20150222

corderos de dios1

por supuesto que la conocí sin querer
                         [aunque luego me enteré que alguien había intentado presentarnos]
y ya había jugado la carta negra 
2 ó 3
veces
pero sin fortuna alguna

la conocí y lloraba como una niña caprichosa
en departamento ajeno
fumábamos & bebíamos & hablábamos
y ella
vivía para no vivir
y yo
moría para no morder

ella montaba un caballo blanco
yo le entregué espadas de bronce

alguien se fue a dormir & nosotros hablábamos
pasadas las 4
sufriendo la anestesiada noche
queriendo toda esa misma noche
y la teníamos
                     [cortesía de nuestro amigo en común]
sin conexión buena a internet
sin dinero
sin razones para estar juntos
sin mentir
en el silencio & la soledad
compartida.

No hay comentarios.: