20130906

baldozas

los dardos 
de punta invisible envenenada
logran el blanco
pero caen caen caen
usados
y cada vez -1
infectando
en carne abierta

se espera que yo encare
como beethoven a la quinta
y siga guiado por el aroma
de lluvia en infancia

y entro en azoteas cubiertas
secándome las manos
por andar jodiendo
con secos huesos.


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